El balcón del Mediterráneo, Benidorm. Un lugar mágico.
Conocido también como el Mirador de Benidorm o Mirador del Castillo, situado al final de la plaza Castelar, frente a la iglesia de Santa Ana encontramos este rincón alejado del bullicio de Benidorm.
Su nombre no miente, y es que estamos hablando de literalmente una península en forma de pentágono con barandilla, que tiene por atractivo propio su peculiar forma, sus grises baldosas y una grandiosa farola de 5 luces, y toma prestadas las impresionantes e imponentes vistas que el mar Mediterráneo le ofrece.
También podemos ver desde allí la Isla de Benidorm, de aproximadamente 65.000m2, a la que se puede acceder en barco saliendo del puerto y que cuenta con un gran valor medioambiental y un restaurante. Esta isla tiene su propia leyenda, una historia muy romántica. ¿No la conoces? No te preocupes, en este otro post te contamos lo que cuenta.
Si por algún casual se nos ocurre volver la vista atrás, podremos ver toda la costa de Benidorm, con sus playas y sus altos edificios, dejando al fondo el Puig Campana. En definitiva, el lugar no tiene desperdicio alguno, y es visitado por cientos de turistas al día.
Una vez te hayas tomado un vinito o una cañita con unos pinchos, o bien hayas quedado a almorzar o cenar, tendrás un paseo para asentarlo todo que bien seguro agradecerás, ¡y que mejor plan que tumbarte en la zona piscina una vez llegues para relajarte tras tan intenso día!